lunes, 21 de febrero de 2011

Oigo

Oigo
las voces del pasado en las olas
en el viento
en los arboles

oigo
el cantar de mi familia
el tambor late en la arena junto al rito
el respirar cansado del ejercicio

oigo
el jadeo insaciable del sexo
el golpe que construye a la distancia
el eco, las risas

oigo
el ritmo del hombre
como una misma voz
el acorde único en el universo mudo

el planeta es un tambor con su propio latir
y nosotros pequeñas notas desiguales
el tiempo marca el pentagrama

para el día del gigante que tome el tambor
y siga las huellas en la arena

será
el día en que oigamos nuestra propia melodía
y nos re enamoremos de nuestra raza perdida
que redescubramos los hermosos días
en que no había sombra más grande que la del árbol
ni mayor tecnología que las estrellas

creo que el hombre como buen hombre
tiene que dar la vuelta larga para comprender
la belleza del lugar de partida