jueves, 25 de agosto de 2022

En cada tropiezo

Muevo los muebles, nada es suficiente.
Lavo las cosas, nada desaparece.
Corto las cuerdas, pero sigues sonando.
Veo tus huellas como en pavimento.
Borre las fotos, desarme el colage, me colgué en la red
pero ella... tus manos, aquella tus mejillas y tal, tu mirada
y en cada tropiezo te beso.

Melpómene

Las bestias te ha poseído y te esconden entre las grietas.
Perdida en las calles casi igual a tantas.
En un mundo despreciable ¿Qué harás por las noches?
Las cientos de noches que se llevarán tu aliento.
El ritmo hueco y las luces flúor golpean tus líneas inquietas
entre el rojo y el falso cuero.

Sánanos, somos tus caníbales.
Sánanos del juego de sombras.
Sánanos de tu teatro de pasión.

Nadie sabrá cuando te hagas vapor y humo.
Nadie verá cómo te deshaces en telas hasta el hueso.

Sánanos con tus pechos mal besados,
Sánanos con los labios sin huellas.
Sánanos de esta hambre colérica.

Devela el círculo del que saliste.
No hay recompensa mas que el juicio.
Sánanos del filo de esta sociedad insaciable,
musa rota.